Luego de semanas de descanso, pequeños viajes, visitas a playas o vacaciones útiles, más de 8 millones de escolares volverán a las aulas en el país. En ese contexto, padres y madres estamos obligados a preparar a nuestros hijos(a) para que este cambio no les afecte ni física ni emocionalmente.
El regreso a clases genera una serie de preguntas en los niños(a) y adolescentes, como ¿tendré que levantarme más temprano?, ¿mis amigos seguirán a mi lado?, ¿los cursos serán complicados?, ¿habrá otro profesor de matemáticas?
Aun cuando la situación se repita año tras año, el impacto en los estudiantes tiene matices diferentes y más vale estar prevenidos para ayudarlos en esa transición e inicien con buen pie su año escolar. Para ello, aquí te compartimos algunos consejos:
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Adecúa sus horas de sueño
Debes fijarle a tu hijo(a) un horario para dormir y despertar. Eduardo Flores, coordinador de pediatría de SANNA Clínica El Golf, comenta que, entre los 6 y los 8 años de edad, los niños necesitan de 11 a 12 horas de sueño al día; y entre los 10 y 12 años, unas 10 horas. Considera estas recomendaciones y escoge un horario adecuado. Así generarás un hábito y la rutina escolar no les afectará.
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Fortalece la relación con sus amigos
Uno de los mayores temores que tienen los escolares es si encontrarán o no a sus amigos o si estos tendrán nuevas amistades. Ante ello, organiza almuerzos o reuniones con los pequeños que compartirán aula con tu hijo(a) y así fortalecerás la relación amical. Eso hará que pierda el miedo ante un salón completamente desconocido.
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Haz de la compra de útiles una diversión
Incluye la compra de útiles como parte de un paseo familiar. Aprovecha para hacer lo que a tu hijo(a) más le guste: almorzar en un restaurante, comer helados o divertirse en los juegos mecánicos. Y deja que escoja el diseño de sus útiles con sus dibujos animados o artistas favoritos. De esta manera, puedes aprovechar el momento para anticiparle las responsabilidades que retomará con el inicio de clases, de modo que se vaya haciendo la idea de que el colegio empieza pronto.
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Regula el uso de dispositivos tecnológicos
El uso de tablets, smartphones y videoejuegos, así como el hábito de ver televisión, son actividades que no debes prohibirle a tu hijo(a), pero sí regularlas progresivamente a medida que se acerca el inicio de clases. De lo contrario, representarán un grave problema. Por ello, te recomendamos establecer horarios para estos casos.
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Estimúlalo por sus primeros logros
Si tu hijo(a) tiene dificultades en cursos como matemáticas o lenguaje, es recomendable que, al menos durante el primer mes de clases, les des un premio –por ejemplo, un regalo o una salida al cine– por cada pequeño logro que obtenga, como un tema aprendido o una tarea resuelta. Así se sentirá comprendido y motivado, evitando que se frustre tempranamente. Eso sí: no lo acostumbres. Pero tampoco dejes de motivarlo: felicítalo siempre cada vez que lleve un logro a casa.
El nido: ¿qué hacer en el primer día de clases?
Separarse físicamente de ti para estar por primera vez junto a otros niños(as) desconocidos e igual de temerosos, representa una situación difícil y estresante para cualquier pequeño que ingrese por primera vez al nido.
Por ese motivo, te recomendamos estos tips:
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Explícale y anticípale a tu hijo(a) las nuevas experiencias que tendrá en el nido.
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Genérale una buena expectativa mientras compras sus útiles escolares junto con él.
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Muéstrale una actitud positiva frente a esta nueva situación. Por ejemplo, contándole divertidamente cómo fue tu experiencia cuando fuiste niño.
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Acostúmbralo a un nuevo horario de dormir y de desayuno.
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En lo posible, haz que se familiarice con las instalaciones del nido: el aula, el patio, el baño y demás áreas. Así la experiencia será más sencilla.
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Si no quiere quedarse en el aula, acompáñalo unas horas mientras conoce a sus compañeros y profesora.
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Por ningún motivo, le llames la atención o lo castigues.
Volver a las aulas o asistir al primer día de clases son cambios que, de una u otra manera, afectarán a tu hijo(a). Pero ahora ya sabes cómo hacer de ese momento una experiencia más tolerable: solo debes establecer un proceso de readaptación de hábitos y responsabilidades como te hemos aconsejado. ¡Verás con qué ganas tu hijo(a) comienza su año escolar!
