Los niños suelen ser una de las poblaciones más vulnerables frente a los cambios de temperatura. Con la llegada del invierno, la alarma de los padres se enciende y empiezan a tener más precauciones para evitar contratiempos.
El sistema inmunológico de los niños no es tan fuerte como el de los adultos por lo que, su capacidad defensiva es menor con respecto al frío, la lluvia y el viento. Aquí te mostraremos cuáles son las enfermedades más frecuentes en los niños en invierno y con las que los padres deben tener especial cuidado:
- Resfriado común
Se caracteriza por presentar secreción nasal, estornudos, tos o dolor de cabeza. Los resfriados son causados por muchos virus y tienen mayor incidencia en meses de invierno. Duran alrededor de 1 a 4 días.
- Gripe
Presenta los síntomas de un resfriado común y se incluyen fiebre alta, malestar muscular por lo que, su recuperación puede tomar más tiempo.
- Bronquiolitis
Los niños pequeños se ven afectados por esta enfermedad que es una infección viral respiratoria común en menores de 12 meses. Entre los síntomas identificables encontramos congestión nasal, fiebre de bajo grado y dificultad respiratoria. Durante los primeros días, los síntomas tienden a empeorar, pero mejoran lentamente con el paso de los días.
- Neumonía
Si el niño tuvo un resfriado por varios días y de pronto presenta fiebre alta y su tos empeora, podría ser un signo de neumonía por lo que, será mejor una evaluación médica. Suele ser una de las enfermedades graves en niños.
- Faringitis aguda
Es una infección producida por un virus o bacterias que ocasionar malestar general, fiebre, dolor de garganta al tragar y enrojecimiento de la faringe. En muchos casos, se ve un agrandamiento doloroso de los ganglios del cuello.
¿Cuándo ir al médico?
La inseguridad sobre algunas malestares que presentan los niños puede llevar a los padres a acudir inmediatamente con un pediatra; sin embargo, no siempre es necesaria una visita. Los síntomas aislados como tos, fiebre, vómitos o diarrea no deben alarmar, sino el estado general del niño.
En el caso de un resfrío o una gripe, si el menor presenta síntomas como agitación, respiración rápida, tos exigente, fiebre que no disminuya con antipiréticos (paracetamol, ibuprofeno, antalgina), convulsiones y dolor abdominal se trata de una caso de emergencia, según señala la doctora Lucero Sáenz Llano, especialista en pediatría de Sanna Clínica San Borja.
Las alergias tienen alta incidencia también en esta época y Einer Arévalo Salvador, jefe de Emergencias de SANNA Clínica El Golf, sostiene que en caso se trate de una reacción leve puede tomar un antihistamínico, pero si es severa (anafilaxia) el paciente requiere traslado urgente y uso de adrenalina (medicamento inyectable).
Los padres deben tener en cuenta dos factores muy importantes para proteger la salud de sus hijos: el aseo personal y la ventilación de su hogar. Los niños deben saber lavarse las manos con agua y jabón, en especial después de ir al baño y antes de comer. Con respecto a la ventilación es necesario hacerlo por lo menos 10 minutos al día para renovar los ambientes, pero no conviene excederse porque las corrientes de aire no son beneficiosas para el cuerpo. Los niños dependen de los adultos y deben estar preparados.
