El cáncer de mama es una enfermedad que cada vez ataca a más mujeres en el mundo —aunque los hombres también pueden padecerla—. Sin embargo, gracias al avance de la tecnología, hoy en día existen tratamientos que permiten controlar la enfermedad y ofrecer al paciente una mejor calidad de vida.
¿Cómo afrontar la noticia de que un familiar está padeciendo este mal? ¿Qué podemos hacer para apoyarlo? ¿Qué le debemos decir? ¿Cómo debemos abordar el tema? Toma nota de las siguientes recomendaciones que junto a la Psicóloga Flor de María Arrunategui del Centro Oncológico Aliada hemos desarrollado para ti:
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La comunicación como pilar en el hogar
Frente a una crisis, la comunicación en el hogar juega un rol fundamental. Háblale a tu familiar, que sienta que estas con él, que lo acompañas en todo momento del tratamiento como lo haría él o ella contigo y que siempre contará con tu apoyo. Que se sienta libre de hablar de la enfermedad y cuando lo haga, préstale atención y dale ánimos sin caer en los excesos.
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Enséñale que la vida continúa
Pensar que una persona con cáncer de mama está desahuciada es un error. Hay una infinidad de tratamientos que ayudan a tener la enfermedad bajo control y en muchos casos lograr una recuperación total. Demuéstrale que la vida sigue y que tener cáncer no es sinónimo de muerte. El paciente tiene que tener adherencia al tratamiento.
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La unión hace la fuerza
Es importante que toda la familia se involucre con el/la paciente durante el proceso de su enfermedad, como sus citas médicas, recaídas, etc. Esto le dará seguridad, permitirá estrechar los lazos familiares y mejorará la calidad de vida de todos.
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Pueden recurrir a ayuda profesional
Es normal sentir tristeza, miedo o rabia ante una noticia así. Por eso, es importante que el paciente acuda a un psicooncólogo para sobrellevar esta noticia. Así como también las familias, que muchas veces se encuentran más afectadas que el paciente en sí.
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Practiquen ejercicios de relajación
Después de tratamientos como la quimioterapia, muchos pacientes sienten náuseas y sufren vómitos. Para acompañarlos en este proceso y aliviar esos malestares pueden practicar juntos ejercicios de relajación como: técnicas de relajación guiada, caminatas cortas u otras técnicas que ayuden a reducir los síntomas.
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Aceptar los cambios
La mayoría de los tratamientos contra el cáncer provocan cambios físicos en los pacientes cómo pérdida de cabello (prepararlo para ver que usar: Peluca, turbante o estar rapada), aumento o pérdida de peso, e incluso la extirpación de la mama. Hay que estar preparados emocionalmente para esos eventos y ser una fuente de apoyo constante. La psicoeducación antes y durante del tratamiento será fundamental durante todo el proceso.
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Cuida la calidad de vida familiar
La actitud del familiar influirá mucho en el/la paciente. Hay que aprender a organizarse para que cada uno pueda seguir con su vida sin dejar de estar atento a la salud y necesidades del familiar. Así, este no se sentirá una carga y le reconfortará ver que todos trabajan en equipo.
El cáncer es una de las pruebas más fuertes que una familia puede atravesar. Una buena orientación médica, la organización y la unión en el hogar ayudarán a afrontar la enfermedad con naturalidad, sin dramas y atendiendo a las necesidades del paciente en cada etapa del proceso.
