Vive Pacífico

Notas de Salud y Bienestar

¿Es perjudicial pasar mucho tiempo frente a una pantalla?

Los avances tecnológicos también han conquistado a los niños(as). Es una realidad que no podemos ocultar: ellos(as) tienen en sus manos smartphones, tablets y computadoras. Los utilizan para hacer las tareas del colegio y divertirse con algunos videojuegos. Pero su uso indiscriminado podría traer problemas de salud y de rendimiento en la escuela.

En los últimos cinco años, los niños(as) pasaron de estar 15 minutos a 48 minutos frente a una pantalla, según un estudio a nivel mundial de la Universidad de Oxford. Con esta tendencia en alza, es necesario conocer cuáles son los daños que se pueden generar en la vista de nuestros hijos(a).

Peligro frente a sus ojos

La intensa luz que emiten las pantallas no suele ser peligrosa si se utilizan los dispositivos tecnológicos de forma responsable. Pero, al pasar más tiempo de lo debido frente a las pantallas, la vista de nuestros niños(as) puede sufrir daños irreversibles.

Los males más frecuentes en menores de edad son los denominados “problemas de refracción”, que se producen cuando el ojo no es capaz de enfocar claramente las imágenes: por ejemplo, si nuestro niño(a) no ve claramente la pizarra. Entre ellos están los siguientes:

  • Miopía: anomalía ocular que produce una visión borrosa de objetos lejanos.

  • Hipermetropía: defecto ocular que genera una visión poco clara de objetos cercanos.

  • Astigmatismo: anomalía ocular que consiste en ver deformadas algunas imágenes.

“La miopía, el astigmatismo y otros errores refractarios se presentan en niños(a) entre los 6 y 11 años. Sin embargo, ahora, con el daño que producen tablets, celulares o computadoras, vemos a menores de 3 años diagnosticados con estos problemas, lo que hace un par de años era muy raro”, comenta Harvy Honorio, coordinador de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Ocular y Prevención de la Ceguera del MINSA.

Otro de los problemas típicos es el llamado ojo seco, pues, debido al poco parpadeo producido frente a las pantallas, los ojos no se lubrican y se enrojecen, generando molestias. La fatiga visual, insomnio y envejecimiento prematuro de la retina también figuran en la lista de afectaciones.

Hay enfermedades oculares comunes en los niños(a) que, si bien no son provocadas por la sobreexposición ante los dispositivos tecnológicos, se acrecientan con esta actividad diaria, como la conjuntivitis alérgica e infecciosa, las cuales se manifiestan en ojos rojos, picazón y lagrimeo.

Obviamente, todas estas afectaciones –sobre todo las refractivas– terminan siendo una traba en el proceso de aprendizaje y concentración de los niños(as) en la escuela. “El sistema visual termina de madurar aproximadamente a los 7 años, momento importante considerando que se inicia la edad escolar, por lo que cualquier defecto refractivo puede afectar el rendimiento académico”, asegura Óscar Llerena, oftalmólogo de SANNA Centro Clínico Chacarilla.

Control: la mejor manera de prevenir

Una forma de prevenir posibles problemas oftálmicos en nuestros hijos(as) es controlar el tiempo que pasan frente a una pantalla. Gracias a los mismos avances tecnológicos existen aplicaciones como “Kid Crono” o “Control Parental Screen Time” que bloquean los equipos ante un uso excesivo de los mismos.

También es importante observar su comportamiento cuando están utilizando algún dispositivo. “Es importante considerar la posición de la pantalla, que debe estar por debajo del horizonte de la mirada. Si se acerca mucho para ver mejor, o si se queja de dolor de cabeza, podría ser candidato(a) al uso de lentes con medida”, sugiere Adriana Hinostroza, oftalmóloga de SANNA Clínica San Borja.

Otra manera un poco más didáctica es aplicar la llamada “regla de los 20-20-20”. ¿En qué consiste? Sugiere que el menor, por cada 20 minutos frente a una pantalla, se debe tomar un descanso de 20 segundos, mirando algo que se encuentre a 6 metros de distancia. De esa forma, nos aseguramos de que sus ojos se mantengan hidratados.

Asimismo, podemos ofrecerles a nuestros pequeños(as) distintas opciones de diversión que los aleje de los videojuegos por unas horas, como realizar algún deporte al aire libre, visitar el zoológico o viajar fuera de la ciudad para salir de la rutina.

Finalmente, debemos llevarlos al oftalmólogo, al menos una vez al año, para que les realicen una evaluación ocular general. La Organización Mundial de la Salud recomienda este tipo de chequeo preventivo para niños(as) a partir de los 3 años. Hay que tomar en cuenta los antecedentes familiares antes de cada consulta.

Es necesario que los pequeños(as) sean conscientes que todo en exceso es malo. Incluso, jugar el videojuego que más les gusta o navegar por Internet para ver sus videos favoritos. Lo más importante es cuidar sus ojos y evitar que sufran problemas de visión que puedan empeorarse y afectar su día a día.