Vive Pacífico

Notas de Salud y Bienestar

Influenza y resfrío, no son lo mismo.

A veces no queda claro la diferencia entre las dos enfermedades. Sabemos que ambas afectan nuestras vías respiratorias pero debemos entender que lo hacen de manera diferente porque son virus distintos. Aunque por momentos los síntomas pueden ser similares, normalmente los de la influenza son más intensos y es la más grave de las dos porque puede derivar en mayores complicaciones de salud.

Por eso es importante reconocerlas a tiempo para tomar acciones en caso padezcamos alguna de ellas.

Influenza
  • El malestar general aparece durante los primeros 3 días en que se contrajo el virus y se mantendrá presente durante todo el proceso.

  • Las fiebres son altas. Pueden ser entre los 39 y 40 grados y durar hasta 4 días.

  • Puede ocurrir que la persona enferma se sienta muy débil durante varios días, un cansancio extremo que puede transcurrir en una semana completa.

  • La congestión nasal también estará presente en el tiempo que dure la enfermedad. Será muy intensa, como una rinitis.

  • También se presentan cuadros de tos seca al inicio de la enfermedad.

  • De no cuidarse y curarse adecuadamente podría derivar en neumonía o bronquitis.

Resfrío
  • El malestar podría iniciar en los 3 días del contagio pero es de corta intensidad y duración, solamente 1 o 2 días.

  • Algunas veces, no siempre, se presentan cuadros de fiebre pero que solo alcanzan los 37.5 grados.

  • Puede sentir una leve sensación de debilidad pero no es frecuente y es de corta duración, 1 o 2 días.

  • Presenta congestión nasal de manera moderada.

  • En algunos casos, aparece tos productiva en los últimos días de la enfermedad.

  • De no curarse bien, puede resultar en otitis, sinusitis o bronquitis.

Ten presente mantener una alimentación sana y variada con frutas, verduras, proteínas como el yogurt o el pescado y buenos carbohidratos como lentejas, garbanzos, frejoles, etc. Además haz deporte y busca espacios que te permitan relajar la mente y el cuerpo porque el estrés es un potente factor que afecta nuestro sistema inmune y debilita nuestra defensas.

De igual modo para prevenir la enfermedad, procura vacunarte anualmente contra ella. Es importante tener en cuenta también, que quienes pueden correr más riesgos de complicaciones al contraer influenza son: los niños menores de 5 años, adultos mayores de 65 años, embarazadas y personas con enfermedades crónicas que mantengan un sistema de defensas bajo.