Geográficamente, nos encontramos en el “Cinturón de Fuego”, que agrupa a una serie de países, alrededor del Océano Pacífico y donde se registra más del 80% de actividad sísmica a nivel mundial. Además, hasta abril del presente año, han sido 57 los sismos percibidos en el Perú, todos de diferente intensidad.
Las experiencias más recientes, como el terremoto en Arequipa en 2001, o lo ocurrido en Pisco e Ica, durante agosto del 2007, deben hacernos reflexionar sobre las medidas que tomamos durante y tras una catástrofe natural.
Como empresa aseguradora, nos preocupamos por fomentar una cultura de prevención de riesgos para minimizar así el impacto que los destres naturales puedan ocasionar. El año pasado vivimos duros momentos con el FEM donde, gracias a nuestra cultura de prevención pudimos participar de la Campaña Perú da la mano, beneficiando a más de 25 mil familias con la entrega de 10 mil kits de emergencia y mil toneladas de donaciones.
Una forma de estar preparados es contar con una mochila de emergencia. Por eso aquí te decimos qué cosas no deben faltar en ella, de acuerdo con las recomendaciones del Instituto Nacional de Defensa Civil – INDECI.
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Útiles de aseo: No te olvides de colocar implementos de aseo personal como toallas de mano y cara, paños húmedos, toallas higiénicas y papel de baño.
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Botiquín: Para auxiliar a quienes resulten heridos, es importante contar con gasas, cintas adhesivas, alcohol, agua oxigenada y algodón. Este podría ser el primer paso para salvar una vida.
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Comida: En caso sea un poco complicado conseguir algo que ingerir, te recomendamos guardar enlatados, conservas, paquete de galletas, botellas de agua y algunos chocolates o barras energéticas.
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Bebés o ancianos: Si hay pequeños en casa, debemos tener cuidados especiales. Biberones, papillas, leche en polvo, pañales, medicamentos y algo de ropa, ayudarán. Si ocurre que en la familia hay personas de la tercera edad, también prevé cualquier situación y guarda pañales geriátricos y todo lo que puedan necesitar.
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Artefactos: Ten a la mano linternas, una radio portátil, pilas, plumones, bolsas de plástico, mascarillas, entre otros. También cuenta con una agenda donde tengas los números de todos tus familiares y amigos.
Eso sí, recuerda que, durante una emergencia, las líneas suelen saturarse. Así que llamar minutos después de un sismo o terremoto no es una opción recomendable. Utiliza mensajes de textos o, en todo caso, avisa tu estado a través de Internet.
Finalmente, tener duplicados de llaves y fotocopias de DNI también será importante para cualquier tipo de atención. Pero, sobre todo, guarda la calma si ocurre algún movimiento sísmico.
