Se viene el mundial y también partidos muy interesantes que queremos disfrutar al máximo con nuestros amigos y familiares. Sin embargo, a veces nos emocionamos tanto gritando cada gol que descuidamos nuestra garganta.
Que la emoción de alentar a la selección no te deje afónico en estos días de celebración, sigue los siguientes consejos que con la ayuda del Dr. Frank Diego Vidal Lolo, otorrinolaringólogo, hemos elaborado para ti:
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Evita las bebidas muy frías
La garganta puede irritarse debido a cambios bruscos de temperatura, cuídala. Si en tu celebración hay bebidas, procura que no estén heladas y que tu cuerpo no esté muy caliente al momento de ingerirlas. Trata de mantenerlas a temperatura ambiente si es posible.
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Reduce tu exposición al aire acondicionado
El aire acondicionado hace que el aire de un ambiente se vuelva muy seco y esto es perjudicial para la garganta. Se necesita cierto nivel de humedad para mantenerla en condiciones adecuadas. Si el lugar donde estarán viendo el mundial tiene aire acondicionado, apágalo una vez que el ambiente ya esté fresco. Vuélvelo a encender si lo crees realmente necesario.
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No hablar alto de manera prolongada
Es muy probable que durante los partidos nos emocionemos y empecemos a gritar los goles con toda nuestra fuerza, o por la emoción levantemos la voz. Sin embargo, no abuses de ello. Recuerda que tus cuerdas vocales son músculos que se fatigan y necesitan reposo de vez en cuando para no agotarlos.
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Bebe bastante agua
Mantener hidratadas las cuerdas vocales es importante para preservar la voz. Durante los partidos ingiere agua pura a temperatura ambiente cada cierto tiempo.
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Evita los lugares con humo
Una de las razones por las que se puede producir la disfonía es estar en espacios llenos de humo. Si donde estás viendo los partidos hay personas que fuman, busca espacios abiertos donde circule correctamente el aire. Si esto no es posible, entonces mantener las ventanas abiertas es una buena opción.
A veces es un poco difícil estar atento a estos detalles durante tiempos de celebración y algarabía, pero haz un intento por recordarlos y tenerlos en cuenta. Tu garganta, tus cuerdas vocales y tu voz te lo agradecerán al día siguiente.
