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¿Tu niño es hiperactivo? Consejos para mantenerlo entretenido y protegido

Apenas se despiertan comienzan a moverse, tocan todo lo que está a su alrededor y su inquietud continúa hasta que se quedan dormidos por la noche.

Se trata de niños hiperactivos. Es decir, pequeños que presentan un alto y descontrolado nivel de actividad. Y, además, actúan siguiendo sus impulsos, sin detenerse a pensar en las consecuencias.

Aún no se han establecido las causas de la hiperactividad, pero se cree que es originada por una ligera disfunción cerebral. Como indica la psiquiatra de la Clínica SANNA, Cynthia Cabrejos: “Esta condición proviene casi desde el nacimiento y no se adquiere en el colegio ni se produce por malas técnicas de enseñanza o por problemas de crianza”. Lo que sí resulta claro es que las probabilidades de ser hiperactivo aumentan cuando algún pariente lo es.

Detección de la hiperactividad en niños

La mayoría de los pequeños desborda energía e inquietud. Por eso, te preguntarás ¿cómo reconocer, entonces, a los hiperactivos? La diferencia es muy clara, pues un niño hiperactivo muestra varias de las siguientes características:

  • Nunca se queda tranquilo

  • Habla demasiado

  • Gran parte de sus movimientos carece de sentido

  • Hace ruidos a cada momento

  • Realiza muchas actividades aunque no llega a completar ninguna

  • Tiene dificultad para relajarse

Como consecuencia de su excesiva actividad y su constante comportamiento compulsivo, un niño hiperactivo suele presentar múltiples dificultades. Las más usuales son:

  • Inconvenientes para prestar atención y concentrarse

  • Problemas de socialización

  • Problemas de conducta

  • Bajo rendimiento escolar

  • Ansiedad, depresión y otros problemas emocionales

Cómo ayudar a un niño hiperactivo

¿Qué hacer si sospechas que tu hijo es un niño hiperactivo? Te sugerimos buscar un psicólogo o psicoterapeuta para obtener un diagnóstico preciso.

En algunos casos, el especialista te indicará incluir en su rutina diaria ejercicios de respiración, técnicas de relajación y otras prácticas que ayuden a tranquilizarlo y a reducir su impulsividad. Incluso, como recomienda la doctora Cabrejos, “es preciso que mantengan organizada una agenda diaria de actividades, pues esto les permitirá frustrarse menos y aprender a ordenarse”.

Para ese propósito resultan de gran ayuda cuentos que incorporan dichos ejercicios, libros de meditación o historias con personajes que han logrado manejar su impulsividad y exceso de actividad. Te recomendamos los siguientes:

 

Respira es un cuento escrito por Inés Castel-Branco para niños de mayores de 5 años.
A través de situaciones imaginarias propone divertidos ejercicios de respiración.

 

 

Tranquilos y atentos como una rana, de Eline Snel, es una guía para meditar dirigida a padres de niños entre 5 y 12 años.
Incluye un Cd de audio con ejercicios de meditación, respiración y relajación.

 

 

Clementina, de Sara Pennypacker, es el primero de una serie de libros que tiene como protagonista a una niña de 8 años muy inquieta.

 

También hay videoscuentos que incluyen prácticas para facilitar el autocontrol. Entre las múltiples opciones, te sugerimos ver Trasto, un campeón en la familia, El cuento de las mariposas y La tortuga.

Además, será preciso que ejercites su capacidad de atención y concentración a través de cierto tipo de actividades. Las más recomendadas son:

  • Armar rompecabezas

  • Hacer sudokus

  • Colorear mándalas

  • Escuchar cuentos

Media hora de estas actividades, tres veces por semana, son de gran utilidad para afrontar las complicaciones causadas por la hiperactividad.

Los niños hiperactivos deberán realizar esas prácticas supervisados por un adulto, quien, además de plantearlas como una manera de divertirse, los aliente ante cada pequeño avance.

Cuando la hiperactividad del niño sea muy difícil de manejar, el psicólogo o psicoterapeuta propondrá otros métodos y podría recetarle medicinas. Un tratamiento que, según la doctora Cabrejos, siempre debe ir acompañado de un “manejo adecuado del entorno”, así como de “la guía psicoterapéutica y el abordaje de los problemas de aprendizaje”.

Seguridad y prevención. Claves para vivir con un niño hiperactivo

Actuar frente a la hiperactividad en niños también requiere que garantices su seguridad y salud. Y es que al ser muy impulsivo e inquieto, un niño hiperactivo se expone con mayor frecuencia a situaciones riesgosas.

Un seguro de salud constituye una muy buena alternativa, ya que además de ofrecerte atenciones para enfermedades, también te brinda servicio de emergencia en caso de accidentes y otras situaciones que requieran atención médica inmediata.

Te invitamos a conocer más sobre nuestros seguros de salud.

Un niño hiperactivo muestra altos y descontrolados niveles de actividad. Además, actúa sin pensar en las consecuencias.

 

Un niño hiperactivo suele tener dificultades para concentrarse, lo que afecta considerablemente su rendimiento escolar.

 

Debido a que son inquietos e impulsivos, los niños hiperactivos sufren accidentes y lesiones con mayor frecuencia.

Te acompañamos en cada uno de los momentos de tu vida.