El Día de la Madre es motivo de fiesta y reuniones familiares. Los preparativos y sorpresas no se hacen esperar para engreír a la persona que nos trajo al mundo. Pero cuando mamá ya no está entre nosotros, el sentido de esta fecha cambia por completo y puede convertirse en uno de los días más tristes o nostálgicos del año.
En esos casos, es inevitable que extrañemos más que nunca la presencia de mamá: sus palabras de aliento, sus enseñanzas y esos abrazos que nos reconfortaban en situaciones difíciles. Sin embargo, debemos sobreponernos y hacer que este día siga siendo especial en su memoria. ¿Cómo cumplirlo? Hay distintas maneras de apoyarnos para hacer que este día sea más llevadero:
Buscar apoyo en las personas más queridas
Lo mejor que podemos hacer en este día es rodearnos de las personas que más queremos y apreciamos. Su apoyo, consuelo y demostraciones de cariño nos ayudarán a sentirnos acompañados y queridos, haciendo más fácil sobrellevar el Día de la Madre. “El soporte que nos brinda el entorno más cercano juega un rol fundamental para sobreponerse en esta fecha”, explica Ricardo Fabris, psicólogo de Keryxlab.
Expresar nuestras emociones y sentimientos
El Día de la Madre es una fecha especial para recordar anécdotas y momentos que vivimos con nuestras mamás. Fabris recomienda reunirse con un familiar o amigo que también conoció a nuestras madres de cerca y compartir los recuerdos, gustos y manías que tenían ellas, sobre todo en esta fecha. Quizás en un inicio puede ser un poco doloroso, pero es mejor expresar esas emociones y sentimientos que tenemos en este día antes que reprimirlos.
Celebrar este día como le hubiese gustado a mamá
En memoria de nuestras madres, necesitamos realizar actividades que le hubieran gustado hacer a ellas en su día. Podemos preparar una reunión familiar, almorzar junto a nuestros parientes, cocinar una de sus recetas preferidas o salir a pasear con la familia. Es una forma especial de honrarlas en este Día de la Madre.
Rendirle homenaje con uno de nuestros logros
El deseo de toda madre es que sus hijos cumplan sus mayores sueños y metas. Así que el mejor regalo que podemos hacerles es dedicarles uno de los objetivos personales y profesionales que hayamos logrado hasta la fecha. Por ejemplo: la culminación de nuestros estudios universitarios, el ingreso a esa empresa donde siempre quisimos trabajar o la inauguración del negocio propio que tanto deseamos.
Llevar un amuleto u objeto para recordarla
Una forma de sentirlas más cerca a nuestras madres en este día es portando un amuleto u objeto que nos recuerde a ellas. Quizás ponernos la pañoleta o un rosario que siempre ellas llevaban consigo. Así nos sentiremos en compañía de nuestras mamás y las tendremos presentes en el Día de la Madre.
Realiza la técnica de desplazamiento
Muchas veces cargamos con la culpa de no haberle dado lo mejor a nuestras madres en vida. Si es así, el psicólogo Fabris nos recomienda aplicar la técnica de desplazamiento. Se trata de hacer con otra persona lo que nos hubiera gustado hacer con nuestras madres. Si queríamos disculparnos, darles un abrazo o decirles cuánto las queríamos, ahora nos toca hacerlo con una persona de nuestra entera confianza. “Eso ayuda mucho a curar esa herida emocional que deja la partida de mamá”, señala Fabris.
Volcar nuestro amor hacia personas que más lo necesitan
También hay madres que sufren la ausencia o abandono de sus hijos. Esta fecha es propicia para visitar algún albergue de ancianos y volcar todo ese amor que sentimos por nuestras mamás hacia esas personas que están a la espera de afecto y cariño. La idea es vivir esta experiencia y hacer de esta actividad un compromiso más duradero. Además, nos sentiremos reconfortados ayudando a los demás.
El Día de la Madre puede llegar a ser una fecha sensible cuando mamá no está presente, pero –como hemos visto– hay formas muy especiales de seguir celebrando este día en su nombre. Aprovechemos esta fecha para reflexionar, recordar los valores y lecciones que nos dejó y agradecerle por haber hecho de nosotros la persona que somos.
