1. No tienes necesariamente que ser “dueño”.
Hay una pregunta fundamental que hacerse a la hora de pensar en armar un hogar y es si el ser propietario tiene sentido para tus circunstancias particulares. Algunas personas te dirán que pagar alquiler es tirar el dinero, pero hay muchas ventajas en alquilar, especialmente si te toca mover bastante de lugar o si todavía no estás seguro de la zona que más te gusta en la ciudad.
2. El consejo del “tío” no tiene por qué ser la última palabra.
Tan pronto como anuncies que tienes intenciones de comprar una propiedad, saldrán de los arbustos una serie de amigos y familiares dispuestos a darte un consejo bien intencionado. Recuerda que aquello que funcionó en el pasado o para ciertas personas específicas, no necesariamente se aplica a tu situación, sobre todo con lo cambiante que es el mercado inmobiliario.
3. Tómate el tiempo para hacer de abogado del diablo.
Si una casa o departamento te gusta, es momento de encontrar todos los peros. ¿El inodoro funciona correctamente? ¿funciona el aire acondicionado? ¿hay suficiente presión de agua? ¿cómo es el nivel de ruido a distintas horas del día? ¿cuánto adicional tienes que invertir en ella para que sea perfecta?
4. Trabaja con profesionales con experiencia
Consigue un buen corredor que sepa todo al detalle sobre la propiedad y que esté licenciado, abogados que redacten los contratos, notarios que certifiquen. No hay nada peor que ahorrar en temas que solo aumentan el riesgo.
5. Decide con la cabeza, no con el corazón.
No tengas miedo de dejar ir algo que te gusta porque parece un mal negocio. Habrán otras propiedades, tal vez incluso mejores. Recuerda que esta es una operación financiera y que se deben cumplir los términos que te convienen.
6. Mira varias opciones, así encuentres en una primera búsqueda algo que te encante.
Portales como urbania.pe o adondevivir.com.pe te permiten bucear por toda la oferta inmobiliaria y darte una idea también de los precios y características, esto te permite negociar mejor cuando conozcas una propiedad que te guste.
7. No te sientas presionado.
Los corredores o los ejecutivos comerciales de ciertos proyectos son expertos en su tema. Saben que si te dicen que hay más personas interesadas en la misma propiedad, tú querrás apurarte en cerrar el trato. Pero no es una decisión que debas tomar apurado, tómate el tiempo que te dé tranquilidad.
8. Sé estricto con tu presupuesto
Lo que realmente puedes pagar, ya sea al contado o como dividendo mensual de un crédito es lo que debe guiar tu compra, sin importar que tan atractiva sea una opción si está fuera de estos parámetros, solo te traerá un dolor de cabeza después.
9. Los jardines y patios son trabajo
Casi todo el mundo le gusta la idea de tener un jardín, pero si no estás acostumbrado a mantener uno (o a pagar por hacerlo) es mejor que lo pienses dos veces.
10. Comprar la propiedad que puedes pagar ahora, no después
Incluso si estás bastante seguro de que en uno o dos años ganarás más dinero, no tienes como controlar otras variables que pueden perjudicar tu presupuesto, sin contar con que así como aumentan los ingresos, también suelen aumentar los gastos. Los niños, las escuelas, los autos nuevos y los planes de viaje son costos sustanciales que pueden estar en el futuro también.
11. La búsqueda puede tardar más de lo que piensas
Por eso es importante empezar a buscar con tiempo, para poder liberarte sin problemas de tu contrato actual de alquiler, por ejemplo. Hay que tener en cuenta también el tiempo que demorarás en implementar el nuevo espacio y cuanto te tomará mudarte, cosa que cuando dejes el sitio anterior, puedas vivir en el siguiente con comodidad.
12. Establece las negociables y las no negociables
De la lista de cosas que te gustaría que tuviera tu casa de ensueño, habrán las que te son vitales y no puedes vivir tranquilo sin ellas y hay otras que suman pero no son del todo necesarias. Ten claras estás dos listas porque inevitablemente tendrás que hacer ciertos sacrificios, es difícil encontrar la casa 100% perfecta.