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Existen enfermedades que pueden ser prevenidas dependiendo del estilo de vida que llevemos y una de estas es la diabetes. Un factor importante dentro de la forma en la que decidas llevar tu vida es la alimentación, y esta necesariamente no tiene que incluir dietas y platos desagradables para ti. Por eso te revelaremos algunas dietas y platos con los que disfrutarás prevenir la diabetes.
Dieta Hipocalórica
Sabemos que una de las consecuencias de la diabetes es el sobrepeso y la obesidad, por eso esta dieta es exclusiva para poder reducir tu peso de forma progresiva. Sin embargo, tienes que considerar que esta debe ser acompañada con un aumento de actividad física, esto no quiere decir que debe hacerse ejercicio de forma extenuada. Además, esta dieta debe ser monitoreada por un nutricionista para que determine de forma más precisa que nutrientes son los que necesitas según tu actividad, edad, peso, altura y sexo:
- Para empezar el día, puedes incluir 1 pieza de fruta (fuera de hipercalóricos como uvas, chirimoya, plátanos o higos), yogurt o leche desnatados, infusiones sin azúcar y/o zumo de frutos cítricos. Además, pan integral o tostadas.
- En el almuerzo, ensalada de verduras y hortalizas (evita las habas, guisantes, coles y papas), carne o pescado asado, cocido, al vapor o a la plancha (evita la piel y el cerdo o solo come la parte de menos grasa).
- Para la cena, huevos cocidos, fiambre de pavo o jamón, queso fresco desnatado, entre otros.
Dieta Mediterránea
Se le denomina así ya que predominan alimentos tradicionales de dicha zona. Si quieres llevar una alimentación mucho más sana debes de elegir esta dieta, seguirla requiere de tiempo para poder prepararla y darse el espacio de comer correctamente. Sin embargo, es necesario cambiar nuestros hábitos alimenticios y así prevenir enfermedades de obesidad. Esta dieta es un perfecto cómplice contra la diabetes ya que abunda en hidratos de carbono y el aceite de oliva hace que la glucosa de nuestro cuerpo se regule.
- En el desayuno, puedes consumir leche o acompañarla con café, batidos o zumo de frutas, tostadas, cereales integrales, mermelada de fresa, pan con aceituna con rodajas de tomate y aceite de oliva.
- Durante el almuerzo, sopa de garbanzos, filete de pollo a la plancha con brócoli al vapor, lomo de cerdo a la plancha con salsa de mostaza y arroz, tortilla de verduras, bonito, entre otros.
- Para la cena, sopa de fideos, col salteada, crep de espinacas, crema de verduras, pescado frito, brochetas de pavo, etc.
Recuerda que durante la dieta mediterránea debes considerar usar el aceite de oliva como principal grasa de adición, consumir alimentos de origen vegetal en grandes cantidades (frutas, frutos secos, etc), pan y alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y productos integrales) y consumir productos lácteos.
Como puedes ver, para poder prevenir esta enfermedad no tienes que someterte a dietas forzosas, solo necesitas darte el tiempo para poder preparar estos alimentos y tener una vida dulce sin diabetes.
¿Eres de los que por el trajín del día, del trabajo, del hobby u cualquier otra cosa, no le da importancia a lo que está comiendo? ¿A veces cambias tu desayuno o almuerzo por algo simple? Entonces presta atención a nuestras recomendaciones y entenderás la gran importancia que conlleva saber qué y cuándo comer, pues te revelaremos cómo debemos alimentarnos desde que abrimos los ojos hasta que los cerramos.
DESAYUNO
Muchas veces solemos obviar el desayuno y/o tratamos de reemplazarlo mediante pequeños aperitivos por cuestiones de rutina, falta de tiempo o porque creemos que no es tan importante, como el descanso por ejemplo, para poder tener un mejor rendimiento en el día. Sin embargo, creer y hacer eso es un grave error.
El desayuno es el primer contacto del organismo con diferentes fuentes de energía, después de haber ayunado por 6 – 8 horas. El tipo de desayuno que tengas va influir en tu día, si regularmente empiezas la mañana con un trabajo importante o con horas de estudio un poco intensas, tener un buen desayuno influirá en la energía de tu cerebro y en el de tus músculos. Por ello la importancia que como bebida consideres los zumos de fruta natural, leche y avena; como aperitivo frutas, cereales, granola, huevos, jamón de pavo, etc.
ALMUERZO
Algunos creen que evitando el almuerzo a toda costa reducirán algunas tallas o calorías (acumulan grasas si no se lleva un control), otros por el factor “tiempo” comen cualquier cosa (comida rápida) menos lo que deberían. Lamentablemente estas creencias o actitudes pueden terminar en un efecto rebote, generándonos mayor apetito en el transcurso del día o en la noche, creando así un desbalance metabólico en nuestro organismo, cosa que puede terminar en situaciones muy perjudiciales para nuestra salud.
El almuerzo es la segunda fuente de energía que tenemos después del desayuno, es donde el cuerpo vuelve a recuperar lo que ha perdido en la mañana y se prepara para poder hacer frente las actividades de la tarde. En buen cristiano, renovaremos fuerzas teniendo un buen almuerzo en esta parte del día. Por ello es sumamente importante que te des el tiempo y espacio de poder disfrutar de tus alimentos en vez de optar por comidas rápidas, pequeños aperitivos o descartar por completo tu almuerzo.
CENA
Esta es la parte más complicada, por un lado, están los que no comieron nada en el almuerzo, ahora tienen un apetito voraz y comen de forma descontrolada, por otro lado, los que tuvieron un almuerzo normal, quieren comer algo en la noche y no lo hacen porque creen que así reducirán un talla más. Aquí es donde viene la típica pregunta: ¿Cenar engorda? Pues no, lo que engorda es comer mal por las noches.
Este es el momento en el que tenemos que considerar que ya no realizaremos mayor desgaste de energías porque entraremos en un periodo de descanso, por consiguiente no debemos de darle mucho trabajo a nuestro organismo comiendo de forma desmedida, provocando que pase toda la noche esforzándose en digerir y no en descansar. Por ello que, los que comen en exceso, tienen que reducir sus porciones y su tipo de alimento, dándole algo más ligero al cuerpo como pastas o arroz con salsas livianas y verduras, un pequeño lonche, pescados blancos (son más fáciles de digerir), etc. Y los que no comen nada pero su cuerpo les pide alimento pues deben de dárselo, en bajas proporciones.
Como ves todos los alimentos tienen su momento y respetar los tiempos te ayudará a poder tener un mejor rendimiento y podrás sentir como tu organismo se muestra cada vez más saludable. Siempre recuerda “desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como mendigo”.
Aumentar de peso de manera irregular es la forma más conocida de saber que debemos hacer algún cambio en nuestras comidas. Pero nuestro cuerpo tiene otras maneras de comunicarnos que algo puede andar mal y de solicitarnos revisar nuestros alimentos para evitar posibles complicaciones en nuestra salud.
Enumeramos para ti, una serie de señales que el cuerpo nos envía pero que pasamos por alto o que adjudicamos a otros factores. Comencemos:
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Gases. La inflamación estomacal es indicador de la mala digestión que estamos teniendo debido a un alimento. Mucha gente por ejemplo siente malestar cuando consume leche o quesos y esto es debido a que ignoramos que podemos ser intolerantes a la lactosa, enzima que está en los productos lácteos.
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Estreñimiento. Normalmente este problema se origina por la poca ingesta de fibra, la cual permite regular el sistema digestivo y así desechar los residuos de los alimentos ingeridos en nuestras comidas. Si esto te sucede, incorpora poco a poco más vegetales como el brócoli o cereales como la avena.
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Siempre tienes hambre. Si realmente sientes hambre, y no es solo un momento de ansiedad, tu cuerpo está requiriendo más nutrientes y tu cerebro está diciendo que no tiene lo que necesita para mantenerse bien. Estate atento a ello, puede ser que no estés teniendo costumbres alimentarias adecuadas.
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Mal humor. A veces exageramos y queremos eliminar los carbohidratos de nuestra vida sin saber que ellos, son importantes para la producción de serotonina en nuestro cerebro y la serotonina, la responsable de regular nuestros estados de ánimo.
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Cansancio. Si es constante es un aviso por observar. Es síntoma de muchas situaciones, normalmente desfavorables, que atraviesa nuestro cuerpo, entre ellas, una mala nutrición. Si te sientes así todo el día, asegúrate de estar comiendo la cantidad mínima de proteínas, grasas saludables y carbohidratos necesarios para no llegar al final del día completamente agotado.
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Te enfermas muy seguido. Un sistema inmunológico debilitado es propenso a contraer cualquier enfermedad, incluso virus o bacterias que están en el ambiente pero no sabemos que están ahí. La mejor forma de mantenerlo fuerte es tener una dieta balanceada y variada que incluya proteínas como las que se encuentran en vegetales de hojas verdes, carnes y menestras.
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Tu piel y cabello lucen deteriorados. Una alimentación baja en vitamina A puede ser la raíz de un acné inesperado, de piel visiblemente desgastada y uñas quebradizas. Puedes mejorar esta situación consumiendo zanahorias, camote, melón, brócoli, col, espinaca, entre otros.
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Depresión. La deficiencia de algunas vitaminas, minerales y/o omega 3 puede conducir a la depresión. Presta atención a esta señal porque es muy importante detectarla a tiempo y no empeorar tu estado. Según algunos estudios, consumir complementos nutricionales de ácido fólico y vitamina B12 mejoran los estados depresivos.
Lo que decidimos comer tiene un efecto directo en nuestra productividad, habilidades cognitivas y bienestar corporal, y por ello es importante, no solo porque querramos mantener una bonita figura. Cada uno de nosotros tiene un gran potencial que podremos desarrollar. Como todo en la vida, es una elección el cómo querer comer y vivir. Solo recuerda que podemos revertir nuestros malos estados de salud o anímicos, solo cambiando nuestra alimentación y eso es algo, que podemos hacer de a pocos y día a día.
La comida son aquellos alimentos que nos ayudan a subsistir, permiten que nuestro organismo realice procesos que sin ellos no podríamos seguir viviendo. Por ello, cuando hablamos de ¨comida chatarra¨, nos referimos a la que no sirve ni aporta beneficios en la ejecución de las funciones corporales. Normalmente son los que contienen altas cantidades de azúcar, grasa y/o sal y debido a sus componentes, aumentan el apetito innecesariamente provocando a veces un consumo excesivo de este tipo de comida.
Consumir este tipo de comida de manera habitual es perjudicial para la salud, además del aumento de peso existen otras posibles consecuencias que hemos anotado:
Fatiga y debilidad. La comida chatarra no tiene proteínas ni vitaminas, no brindan a nuestro cuerpo la energía requerida para desarrollar tus tareas durante el día y por el contrario, nos hace sentir débiles o cansados.
Problemas de memoria y aprendizaje. Los altos niveles de grasa y azúcar que se encuentra en la comida chatarra interrumpen el funcionamiento regular del sistema nervioso y por ello, algunos procesos cognitivos.
Aumenta el padecimiento de enfermedades cardiovasculares. El aumento repentino de azúcar en la sangre lesiona los vasos sanguíneos inflamándolos.Las grasas que se encuentra en esta comida, fomenta la adhesión de colesterol a las arterias bloqueando el flujo de sangre al corazón.
Depresión. Nuestros niveles hormonales pueden verse alterados, inclinándonos a desarrollar depresión de algún tipo.
Puede provocar problemas digestivos. Las personas que consumen comida chatarra habitualmente, desarrollan colon irritable o reflujo porque el aceite que contiene aumenta la producción de ácido e irrita el estómago.
Incremento en la posibilidad de tener enfermedades renales. Regularmente la comida chatarra tiene en su composición gran cantidad de sal, es decir de sodio, mayor al que nuestros riñones deberían recibir para continuar filtrando correctamente las toxinas que consumimos. Podemos dañarnos al sobrepasar su capacidad de funcionamiento.
Mayor posibilidades de contraer algún tipo de cáncer. La comida chatarra no aporta fibra y ésta permite la limpieza de toxinas en nuestro cuerpo. De no eliminarlas, podríamos estar permitiendo el desarrollo anormal de células y con esto, contraer algún tipo de cáncer.
Puede causar diabetes. La alimentación saludable provee al cuerpo de la cantidad adecuada de glucosa y con este flujo constante, la insulina puede transportar a las células y mantener los niveles de energía equilibrados. La glucosa que no logra ser incorporada a las células, va directamente a la sangre, se a umentan sus niveles en ella y se incrementan las chances de tener diabetes.
Puede dañar el hígado. La gran cantidad de grasa que consumimos en dicha comida, puede lastimar nuestro hígado con daños similares observados en casos de alcoholismo.
Envejecimiento prematuro. Ingerir comida chatarra impide una oxigenación correcta de nuestra piel, no pudiendo sus células realizar procesos de manera adecuada como por ejemplo el de regeneración.
Hay comida chatarra que sabe muy bien y puede ser deliciosa, podemos consumirla a veces a manera de premio para nosotros cuando queremos engreírnos. Tal vez sea difícil elegir en ese momento pero detengámonos a pensar y recordemos cómo queremos sentirnos no sólo ese día sino todos los demás días que queremos vivir.
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El vegetarianismo y el veganismo son dos formas diferentes de alimentación. Por ello junto a la dra Jenny García de SANNA hemos desarrollado este tema para que, antes de tomar la decisión de incorporar este tipo de dieta, conozcas sus ventajas y desventajas.
En el vegetarianismo se incluyen alimentos de origen vegetal y en ocasiones derivados de alimentos de origen animal como leche, derivados y huevos, pero der ninguna manera carnes como tal.
Se dice que es el modelo de alimentación más saludable. Existen varios tipos como por ejemplo:
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Vegetariano estricto: Dieta exclusivamente en alimentos a base de vegetales.
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Lactovegetariano: Dieta que incluye alimentos vegetales, además de lácteos y derivados.
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Lactoovovegetariano: Dieta consistente en alimentos vegetales, además de productos lácteos y huevos.
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Vegetariano parcial (o semivegetariano): Dieta a base de vegetales, pero que también se pueden incluir pescado o pollo, pero de ninguna manera carnes de res y de cerdo, así como de huevos y lácteos.
En el veganismo, la dieta es estrictamente con alimentos de origen vegetal. Forma parte de un estilo de vida, incluso no se utiliza nada de vestimenta como zapatos, carteras de cuero.
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Veganismo: Es la más extricta. No se consume ningún alimento derivado de animales incluso lácteos, huevos o miel.
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Crudivorismo: Es una dieta vegana. Los alimentos se consumen crudos y se dejan de lado todos los procesados.
Si bien la presencia casi mayoritaria de verduras, frutas, frutos secos y cereales en este tipo de alimentación hacen pensar que es una opción perfecta para estar sanos, conozcamos un poco más sobre las ventajas y desventajas.
Ventajas:
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Ayuda a controlar la hipertensión. Las verduras, frutas y cereales brindan un bajo aporte de colesterol y grasas saturadas. De este modo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es menor.
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Previene la obesidad. El bajo contenido calórico que tienen los vegetales y las frutas ayudan a mantener un peso adecuado.
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Reduce las posibilidades de tener cáncer u otras enfermedades. Debido al mayor consumo de fibra, la expulsión de elementos tóxicos en órganos como los intestinos, el colon y el estómago es más efectiva. Además, los antioxidantes que se ingieren naturalmente a través de esta dieta, protegen a las células de un envejecimiento prematuro y su crecimiento normal.
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Mejor control de diabetes. El nivel glucémico de verduras, cereales y semillas es mínimo por lo que ayuda a quienes padecen de esta enfermedad o incluso para prevenirla.
Desventajas:
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Las vitaminas vegetales no son completas. Existen nutrientes y minerales que se obtienen en mayor proporción y con mayor poder de absorción al consumir productos cárnicos como por ejemplo el hierro, que de faltarnos nos predispone a tener anemia o los bajos niveles de B12 afectan nuestro cerebro y el funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
Cada organismo es distinto y por ello, responden de manera distinta. Cualquier cambio drástico en tu alimentación podría alterar tu buen estado de salud, por eso es importante investigar primero. Si estás interesado en adoptar esta dieta, habla con tu médico y recibe orientación profesional para saber si es una dieta adecuada para ti y si lo es, que te indiquen cómo sustituir algunos alimentos para no disminuir tu ingesta de vitaminas o minerales.
Lo primero que debemos saber es que comer saludable no es hacer dieta o comer alimentos desagradables al paladar. Una alimentación saludable puede ser sabrosa, a veces es cuestión de tener curiosidad por probar nuevos sabores, de imaginación para combinar ingredientes y sobre todo de saber elegir.
Algunos hemos mantenido por años la costumbre de comer lo primero que encontramos al momento de sentir hambre, o por lo que sea más sencillo de preparar. Todo mal hábito puede ser difícil de modificar pero podemos lograrlo con voluntad y con el conocimiento seguro que alimentarnos de manera sana nos hará sentir más enfocados, con mayor energía y sobre todo presentando menos enfermedades durante el año.
Te damos algunos consejos para ir adquiriendo la salud que te mereces:
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Cambia la leche entera por la baja en grasa. Las grasas no saturadas son mejores para combatir enfermedades cardíacas.
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Reemplaza café por té. Los dos son ricos en antioxidantes, pero el té tiene menos cafeína, la cual en cantidades superiores a los 450 mg (3 tazas de café aproximadamente) por día podría ocasionar problemas cardiovasculares.
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Bebe agua mineral en vez de gaseosas. El agua mineral no contiene azúcar y ayuda a reducir los antojos por las gaseosas.
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Come más pescado en lugar de otras carnes. La proteína del pescado es una gran opción para fortalecer nuestros músculos y para obtener Omega 3, ácido graso que ayuda a un buen funcionamiento del cerebro.
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Consume nueces y frutas secas en vez de galletas en tus snacks. Los frutos secos contienen grasas que en cantidades adecuadas colaboran en procesos del sistema nervioso y del cerebro.
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Evita el pan y la pasta de granos blancos. Los alimentos de grano blanco atraviesan procesos que eliminan grandes cantidades de salvado y germen de trigo, fibra natural que es muy beneficiosa para la limpieza del organismo. Opta por opciones integrales ya que al no buscar su refinamiento, sus productores mantienen estos componentes.
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Usa aceite de oliva para acompañar tus ensaladas. Es mucho más saludable la grasa de este aceite que la de otros y es más saludable que otros aliños.
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Mantente hidratado durante el día. Toma entre 8 y 10 vasos de agua diariamente.
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Cena temprano. Tendrás tiempo de hacer una digestión adecuada y consumir gran parte de la energía obtenida de tus alimentos.
La decisión es siempre tuya y no es la idea que sufras dejando de lado algunos alimentos. Date un gustito de vez en cuando, no hay que ser drásticos con nosotros. Sin embargo, si haces pequeños cambios en el tipo de comida que ingieres, estarás haciendo bastante por ti. Poco a poco será más fácil elegir por el bienestar. Verás cambios positivos en tu salud, en cómo te sientes física y mentalmente y eso será el empuje que necesitabas para continuar.
Luego de haber sido diagnosticados con cáncer, un panorama de incertidumbre y miedos puede aparecer frente a nosotros. Algunos planes pueden verse modificados pero no debemos dejarnos abatir por ello. Puede ser una oportunidad para volver a pensarlos, reorganizarlos o tal vez cambiarlos por completo. Aunque sea un poco difícil a primera vista, podemos aprender de las situaciones que se nos presentan, incluso frente a un inminente diagnóstico de cáncer.
Si esta situación aparece y tienes ocupaciones laborales, es probable que tengas que hacer un alto a ellas y conocer exactamente cuál es el estado en el que te encuentras y ver si es favorable para ti continuar asistiendo a trabajar. Básicamente porque el trabajo requiere de nuestra atención y es una actividad mental o física, que desgasta nuestra energía en distintos niveles según a qué nos dediquemos. Entonces, esto puede ser perjudicial para nuestra mejoría. Requerimos que todos nuestros recursos biológicos se encuentren al 100% y enfocados en recuperarnos.
Quizá puedas conversar con tus jefes sobre el tema para que te brinden los permisos necesarios y asistas a tus controles médicos siguiendo adecuadamente tu tratamiento. Pero si tu salud lo requiere, tal vez estás muy agotado, solicita un permiso de mayor tiempo para poder ausentarte en la oficina y recuperar esa energía desgastada.
Más adelante, al retomar tu trabajo, sentirás que tu autoestima se eleva así como tu confianza. Verás que poco a poco vas logrando equilibrar el desbalance que pudiste atravesar y será el mejor impulso para continuar hasta el restablecimiento de tu salud.
Sin embargo, también es importante que recuerdes otras actividades que siempre te importaron y motivaron pero que por algún motivo, dejaste de lado. Retómalas. Enfócate en disfrutarlas para cortar aunque sea por momentos con pensamientos de la enfermedad y logres conectarte con otras emociones que te enriquecen, te hacen sentir útil y son mucho más placenteras.
Permítete atravesar esta etapa lo más tranquila posible. Retoma paulatinamente tus actividades regulares. Sé permisiva contigo. Disminuye la autoexigencia. Tu cuerpo ha pasado o está pasando por un momento de estrés que requiere de tu propio cuidado y comprensión para retomar el balance.
Eres fuerte y todo lo puedes, tienes muchas posibilidades frente a ti, encuentra el camino adecuado para desarrollar las más favorables. Tu familia, amigos y entorno más cercano te apoyarán, serán tu mejor espacio de contención. Ellos pueden ser tu motivación, mientras tú los inspiras por tu voluntad y ganas de salir adelante. inspiras.
Nuestros genes se encuentran en el núcleo de las células y regulan su crecimiento de manera correcta. En un proceso regular, las células antiguos mueren para dar paso a las nuevas. Sin embargo, con el paso del tiempo pueden ocurrir alteraciones en los genes y generar un desarrollo anómalo de células derivando en la aparición de tumores benignos (no peligrosos para la salud) o malignos (potencialmente peligrosos).
El cáncer de mama hace referencia a un tumor maligno originado a partir de células mamarias y como todos los tipos de cáncer, pueden ser curados si se detectan a tiempo. Es importante que seas muy responsable con tus controles médicos y los realices con la frecuencia que tu médico indique. Como base de este sistema de prevención contra el cáncer de mama, debes considerar una buena dieta nutricional que contenga estos alimentos:
Legumbres. Recomiendan comer unas 2 veces a la semana. Pueden ser lentejas, garbanzos, frejoles, etc.
Arándanos. Contienen gran cantidad de antioxidantes quienes absorben los radicales libres, y éstos son los causantes de desequilibrios celulares que propician desarrollar cáncer.
Brócoli. Esta verdura tiene un componente, el sulforafano, que ayuda a suprimir el crecimiento de células malignas.
Linaza. También conocida como semillas de lino están llenas de ácidos grasos saludables
Ajo. Algunos estudios señalan que tiene componentes como el azufre que retrasan el crecimiento de células cancerígenas.
Té verde. Contiene en su constitución polifenoles, sustancias químicas que tienen comportamiento similar a los antioxidantes.
Salmón, atún y sardinas. El omega 3 es un ácido graso que reduce la inflamación que pudiera contribuir al desarrollo de cáncer de mama.
Nueces. Tiene propiedades antiinflamatorias, omega 3 y antioxidantes. Indispensables para luchar contra el cáncer de mama.
Así como incrementar la ingesta de ciertos alimentos es crucial para prevenir el cáncer de mamá, también debes tener en cuenta la reducción en el consumo de azúcar, carnes rojas y carnes procesadas como son los embutidos.
Por otro lado, si bien algunas investigaciones señalan que aproximadamente el 90% de los diagnósticos de cáncer de mama se producen por anomalías genéticas producidas por el envejecimiento y deterioro regular de las células, una buena alimentación juega un papel crucial para brindar condiciones favorables a este desgaste, natural e inevitable, que experimenta nuestro cuerpo.
Dale la vuelta al cáncer de mama, sé precavido y haz un análisis de tus costumbres alimenticias. No te arrepentirás.
Muchas cosas se dicen acerca del cáncer pero, ¿serán todas ciertas?. Revisemos algunas frases que solemos escuchar.
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¨Si dejas el azúcar, vas a mejorar¨
Al ingerir muchos azúcares, sobre todo los refinados, privilegian el aumento de peso y éste, si es excesivo, propiciará la aparición de algunos tipos de cáncer ya que el sobrepeso sí es capaz de alterar nuestro ADN, inflamar nuestro organismo y alterar nuestros procesos hormonales. Sin embargo, si ya hemos sido diagnosticados aumentar o reducir el consumo de azúcar no mantiene relación con nuestra mejora. No hay demostración médica que señale que el disminuir su consumo, pueda curarnos o viceversa.
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¨Los celulares causan cáncer¨
Los celulares efectivamente emiten ondas de radiofrecuencia, sin embargo no son tan intensas como para alterar nuestro ADN o permitir modificaciones celulares que deriven en cáncer.
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¨El cáncer es contagioso¨
El cáncer no es una enfermedad que se contagie a través del contacto con personas enfermas o a través de un virus en el aire. Podría ocurrir en el caso de trasplantes de órganos de personas que tuvieron cáncer pero justamente por ello, los médicos evitan el procedimiento bajo esas circunstancias.
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¨Te vas a quedar sin pelo¨
No todos los medicamentos oncológicos, incluso no todos los fármacos quimioterápicos inducen la caída del cabello, sólo algunos. Consulta con tu oncólogo sobre este tema.
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¨Toma esta hierba, es natural y dicen que cura el cáncer¨
Las hierbas y demás, son terapias alternativas, muchas veces basadas en experiencias, anécdotas o testimonios. No están basadas en evidencia científica por eso es mejor conversar con tu médico sobre el empleo de las mismas.
Además cualquier terapia "natural" o alternativa, debe ser supervisada por quien la prescribió, no comprada en cualquier sitio, o por internet, esto también aplica para las pastillas de aleta de de tiburón.
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¨Una amiga se curó al consumir unas pastillas de aleta de tiburón¨
Al igual que con las hierbas naturales, no existe hasta el momento ningún estudio que demuestre efectividad en tratamientos de cáncer más que los que ya conocidos y aplicados por los médicos en la actualidad.
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¨Yo me curé con este tratamiento, haz el mismo y te vas a curar¨
Muchas personas podemos tener el mismo tipo de cáncer, al mismo órgano o estar en el mismo estadío, pero los tratamientos son independientes, deben ser indicados por el médico luego de analizar el estado y los antecedentes de cada paciente.
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¨Olvídate de tener hijos¨
No siempre la quimioterapia induce a la infertilidad, sin embargo ésta puede alterarse en forma transitoria en la mayoría de casos. Además, existen muchas alternativas para preservar la fertilidad.
La mala información puede confundirnos o asustarnos más. A veces nos pueden dar muchos consejos con la mejor intención pero si tú o algún ser querido, ha sido diagnosticado, conversa con un médico sobre estos mitos y otros que hayan escuchado. Un profesional del tema, te brindará conocimiento académico y científico que te ayudará a superar esta etapa.
Según la información brindada por el Ministerio de Salud, el cáncer es la segunda causa de muerte en nuestro país y el 75% de los casos diagnosticados se encuentran en estadíos clínicos avanzados con lo cual las probabilidades de curación disminuyen y el tratamiento puede hacerse más costoso o más incómodo para el paciente. Estas cifras no distinguen edad o sexo. Sin embargo, el 70% de los casos podrían evitarse. Por eso es tan importante comunicar y adoptar una cultura de prevención que permita reducir los índices de mortalidad de esta enfermedad.
Además de mantener una vida con costumbres saludables como: no fumar, hacer ejercicio físico regularmente, comer frutas y verduras diariamente, reducir tu consumo de azúcar, de sal y carnes procesadas, usar protección solar (bloqueador) todos los días todo el año, etc. es importante hacerse exámenes de salud regularmente.
Los médicos eligen los exámenes de chequeo dependiendo del sexo, la edad y antecedentes familiares. Entre los que regularmente solicitan están:
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Evaluación médica (física, ginecológica o urológica)
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Mamografía
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Ecografías (hígado, páncreas, útero, ovario, bazo, riñones, etc)
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Radiografías de tórax
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Análisis de laboratorio (de sangre, de heces, orina)
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Endoscopía
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Colonoscopía
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Papanicolau
Como ves existen chequeos generales y algunos más específicos para revisar determinados órganos. Tal vez nos sentimos nerviosos al hacerlos, podemos temer una respuesta positiva de cáncer, pero recuerda que si es detectado a tiempo, tienes mayor oportunidad de superarlo. Un cáncer detectado en sus inicios brinda, a la medicina actual, mayor capacidad de acción para detener su crecimiento y posible extensión a otros órganos.
Si los chequeos preventivos oncológicos forman parte de tus exámenes médicos regulares, estás dando un gran paso en la lucha contra el cáncer. Te sentirás y estarás más protegido de situaciones adversas que puedan afectar tus días al lado de tus seres queridos.
Ten en cuenta también, que existen seguros que brindan programas de prevención y coberturas en caso de necesitar tratamientos. No está de más, consultar por ellos.
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¿Ya estás protegida con un seguro oncológico? Conoce sus beneficios aquí.
El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres a nivel mundial y su incidencia ha ido en aumento en los últimos años, debido a muchos factores entre ellos los estilos de vida que podemos adoptar y mantener día tras día.
Hay algunos factores como la edad o el tener antecedentes familiares con este tipo de cáncer que pueden aumentar el porcentaje de riesgo y lamentablemente, a veces son escenarios imposibles de evadir. Sin embargo, sea que estás viviendo con uno de estos factores o no, puedes tomar medidas que podrían reducir las posibilidades de contraerlo. Por ello junto a la Directora de la Unidad de Cáncer de mama de ALIADA, Dra. Silvia Falcón, hemos reunido algunos consejos:
Medicación. Si vas a iniciar un tratamiento hormonal o a consumir pastillas anticonceptivas, conversa con tu doctor primero para conocer todos los riesgos y verificar si efectivamente es el mejor procedimiento para ti de acuerdo a tu edad, peso, antecedentes familiares y médicos.
Lactancia. Si estás planeando tener hijos o si los acabas de tener, te recomendamos dar de lactar y de ser posible hasta el año y medio o dos años de tu bebé. Con esto reduces los periodos menstruales y así la producción de hormonas.
Bebidas con alcohol. Si te gustan, ingiérelas pero considerando hacerlo de vez en cuando o máximo un vaso o copa al día. Aquellas mujeres que toman de dos a tres bebidas al día tienen alrededor de 20% más riesgo comparado con las mujeres que no toman alcohol. Se sabe que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas también aumenta el riesgo de padecer otros tipos de cáncer (American Cancer Society).
Ejercicio físico. Siempre será recomendable realizarlo para cuidar la salud. En el caso del cáncer de mama, el hacerlo reduce la producción de estrógenos, hormona que en grandes cantidades puede estimular el crecimiento de células cancerígenas.
Peso ideal. Mantener un peso estable a lo largo de la vida ayuda a organizar correctamente las funciones internas de nuestro cuerpo, previniendo desbalances que pongan en riesgo nuestra salud. Visita un nutricionista para verificar tu peso ideal y si no estás en él, sigue sus consejos para lograrlo.
Dieta. Reduce el consumo de carnes rojas y embutidos y come diariamente entre 2 y 3 porciones de frutas y verduras.
Dormir. Duerme entre 8 y 10 horas diariamente por las noches para favorecer el equilibrio hormonal en tu organismo.
Radiaciones y químicos. Si no es médicamente necesario, limita tu exposición a radiaciones en pruebas por imágenes (rayos X, tomografías, etc) o a sustancias químicas que puedan interferir con el buen funcionamiento de tu organismo.
El mejor método para combatir el cáncer de mama es la detección temprana, por este motivo es importante realizarse exámenes de detección periódicamente (una vez al año), el objetivo de estos exámenes es detectar el cáncer de mama antes de que empiece a causar síntomas. Debes saber que las mujeres mayores de 40 años deben someterse a una mamografía 3D de forma anual y las de 35-40 años, a una ecografía también cada año.
Para conocer más modos de prevención o exámenes específicos, sobre todo si tienes antecedentes familiares, visita regularmente a tu médico para recibir la orientación adecuada.
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Decir que tienes un resfriado no es lo mismo que tener la famosa influenza, se trata de dos virus diferentes, pero cuyos síntomas podrían confundirse. Aquí contaremos cómo actúan en tu organismo y a dónde puedes ir para tratarte efectivamente a tiempo, sin automedicarte.
Los viajes son un escape a la agitación del día a día, nos hacen despertar el espíritu aventurero que llevamos dentro y nos recargan de energía para seguir con la rutina habitual. A pesar que ansiamos que todo salga como lo hemos imaginado, los imprevistos o emergencias de salud pueden ocurrir en cualquier momento. Aquí te contamos cuales son los más comunes para que sepas cómo prevenirlos.
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Fracturas o torcedura de tobillo: Pasear en una ciudad nueva nos llena de energía, ya que queremos aprovechar al máximo el tiempo para conocerla. Al tomar fotos o distraernos mirando los paisajes, inesperadamente podemos dar un paso en falso ocasionándonos una lesión en el tobillo. ¡Estemos atentos en dónde pisamos!
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Resfrío: Cuando viajamos solemos usar diversos tipos de transportes y vehículos para conocer las ciudades, como buses, trenes o aviones, los cuales presentan ambientes cerrados en los que compartimos el aire con muchas personas. Lavarnos las manos es algo fundamental para evitar contagios, así como llevar un gel desinfectante en la maleta.
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Indigestión: Uno de los atractivos más divertidos de viajar es poder probar nuevos manjares culinarios. Aunque queramos comer todo el día tenemos que cuidarnos de los alimentos grasosos y muy condimentados.
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Intoxicación: Podemos tener algún percance durante nuestro soñado viaje, es por eso que debemos recordar guardar en la billetera los nombres de los medicamentos a los que somos alérgicos y qué debemos de tomar en caso de presentar alguna reacción desfavorable.
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Insolación: Todos queremos regresar con un bronceado envidiable cuando viajamos a un lugar con clima tropical, pero si abusamos del sol exponiéndonos por mucho tiempo y sin la protección adecuada podemos poner en riesgo nuestra salud.Protégete con bloqueadores solares adecuados para tu piel, un sombrero de ala ancha y lentes de sol.
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Picaduras de insectos: Nada más emocionante que una caminata en familia por el bosque para descubrir nuevas aventuras, estemos preparados para la aparición de nuestros molestos amiguitos, los insectos. Usar repelente es una fácil y práctica alternativa, procura cubrir las partes de tu cuerpo más propensas a ser picadas. Además revisa con anticipación si requieres alguna vacuna para el país de destino, recuerda que la vacuna de fiebre amarilla, por ejemplo, debe ser aplicada como mínimo 10 días antes de tu viaje.
Si deseas viajar prevenido y disfrutar de tus vacaciones, te recomendamos descargar la APP MEDICVIAJES*, la cual es un servicio que te ayuda a obtener asistencia inmediata en el país que te encuentres. No permitas que un percance o inconveniente arruine las bonitas experiencias y el gran aprendizaje que traen consigo un viaje.
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El oxígeno es un elemento imprescindible para que nuestro organismo funcione correctamente ya que interviene en la gran mayoría de sus procesos, entre ellos en la transformación de los alimentos en energía. Por ello, hay una relación directa entre la respiración y nuestra condición física: si la primera se hace de manera adecuada, la segunda se beneficiará sin duda.
Infórmate sobre la utilidad de esta gran función corporal:
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Incrementa el número de glóbulos rojos.
Una buena oxigenación brinda adecuadas condiciones para producir mayor cantidad de sangre y con esto, poder eliminar fácilmente toxinas. -
Mejora la capacidad del cuerpo para asimilar los alimentos.
El oxígeno participa del metabolismo de nuestros organismos, proceso esencial para transformar alimentos en energía. -
Favorece el funcionamiento del sistema nervioso.
El oxígeno que reciben nuestro cerebro, columna y nervios permite una buena relajación de los mismos, comunicando este estado de calma a la mente y cuerpo. Si hacemos una rutina de respiración pausada y profunda podemos también calmar un corazón acelerado, un músculo agotado o atravesar satisfactoriamente estados de ansiedad. -
Mantiene en buen estado a la glándula pituitaria.
Esta es la glándula que controla las funciones de las demás y regenera sus células gracias al ingreso correcto del oxígeno. Es importante conservarla en condiciones apropiadas para evitar problemas hormonales de cualquier tipo. -
Brinda mayor fuerza y salud a los pulmones.
Con una buena respiración se mejora la capacidad pulmonar previniendo al organismo de enfermedades respiratorias. Además brinda mayor elasticidad a este órgano, favoreciendo su resistencia ante el esfuerzo. -
Aumenta la vitalidad del corazón.
Respirar profunda y lentamente aumenta la eficiencia de las funciones cardíacas previniéndonos de posibles deficiencias.
Respirar adecuadamente es importante incluso en momentos de descanso o cuando dormimos, porque un sueño reparador depende también de ello. Es esencial mantener atención y cuidado a nuestra respiración para estar seguros de realizarla correctamente y así garantizar el rendimiento de nuestro organismo en todos los momentos de nuestro día. Si percibes alguna deficiencia o molestia al inhalar o exhalar, acude a un médico especialista para evitar cualquier complicación posterior.
Vivir de manera sedentaria es una decisión que con el tiempo puede afectar seriamente nuestra salud y la de nuestra familia. Por eso debemos tener siempre presente que la actividad física sea una prioridad.
Es sumamente significativo hacerlo con regularidad para experimentar sus beneficios y hacerlo en familia, brindará más oportunidades para fortalecer los vínculos emocionales, generará nuevos espacios y momentos como familia y reforzará la buena relación entre todos.
Si con tu familia ya han decidido incluir este magnífico hábito en su rutina, te recomendamos las caminatas. Caminar es una forma de ejercicio sencilla, de bajo costo y posible de realizar en cualquier lugar o momento.
¿Por qué hacerlo?
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Porque mejora la circulación sanguínea. Todos los nutrientes llegan de manera eficiente a cada célula del cuerpo y evitarás problemas como hinchazón en las piernas o várices debido a una mala circulación.
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Porque fortalece el sistema cardiovascular, disminuyendo los riesgos de padecer alguna enfermedad cardíaca.
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Porque tonifica tus músculos.
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Porque mejora tus niveles de energía y resistencia física.
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Porque previene la diabetes.
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Porque disminuye el colesterol malo y la presión arterial.
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Porque elimina líquidos extra que haya en tu organismo.
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Porque fortalece ligamentos, huesos, tendones y articulaciones.
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Porque mejora tu respiración.
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Porque ayuda a liberarte del estrés.
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Porque es muy recomendado para la prevención de insomnio o depresión ya que permite la liberación de endorfinas, quienes son las hormonas responsables de nuestro entusiasmo.
Si tienes la oportunidad de hacer caminatas fuera de la ciudad, como por ejemplo en un lugar de entorno natural, los beneficios aumentan porque no sólo cuidarás tu salud sino que también es una forma de disfrute y aprendizaje para toda la familia. Durante el recorrido pueden ir descubriendo nuevas rutas, conversando sobre las mejores formas de atravesarlas o quizá, observando lo hermosa que es la naturaleza y todos los elementos que la conforman.
Cuando cuidamos nuestro cuerpo realizando algún deporte hay que tener en cuenta no solo una buena rutina de ejercicios acorde a nuestras capacidades físicas o incluir una buena alimentación sino también, brindar tiempo y condiciones adecuadas a nuestro cuerpo para descansar y recuperarse. ¿Lo sabías? SANNA te cuenta por qué es bueno dormir bien cuando realizamos ejercicio regularmente:
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Fortalece el sistema inmunitario.
Descansar es muy importante para nuestra salud. Dormir todos los días entre 8 y 10 horas mantiene nuestro sistema inmunitario en buen estado previniéndonos de cualquier enfermedad o nivel de estrés que pueda interrumpir nuestros próximos entrenamientos. -
Favorece la reparación muscular.
Mientras dormimos por las noches, los músculos se recuperan. Se produce una relajación profunda del sistema locomotor, se liberan las tensiones acumuladas del día y disminuye el agotamiento de las fibras musculares. Si logramos tener una noche de profundo descanso, estaremos listos al día siguiente para una nueva rutina de ejercicios. -
Recupera las energías gastadas.
Como ya lo hemos mencionado dormir es necesario tanto para mantener nuestra energía estable como para permitir a nuestro cuerpo recuperarse ante la práctica de algún deporte o serie de ejercicios. De no hacerlo correctamente, ponemos a nuestro cuerpo en una situación de vulnerabilidad y las posibilidades a lesionarse aumentan por esta sobreexigencia. -
Colabora en la oxigenación de las células.
Por las noches nuestra respiración es mucho más lenta y profunda y permite el proceso de renovación celular, proceso básico para estar en óptimas condiciones físicas y rendir al máximo ante la exigencia deportiva. -
Brinda un buen estado mental.
Para desarrollar nuestra rutina de ejercicios con mayor eficiencia, centrar la atención en ella en ese momento es importante. Sin embargo, si no estamos descansados nuestro estado de ánimo puede verse afectado. Podemos estar ansiosos o de mal humor o quizá nos cueste estar concentrados disminuyendo la calidad de nuestra actividad física.
Dormir es importante pero mucho más, que esas horas de descanso sean realmente reparadoras. Cambia algunas rutinas antes de dormir y come ligero por las noches, incorpora algún elemento a tu habitación que te brinde mucha armonía o paz, piensa en todas las posibilidades para lograrlo pero busca la manera de que cada noche, tu cuerpo repose profundamente para despertar con toda la energía lista para ejercitarte
Disfrutamos de nuestro trabajo y de lo bien que lo hacemos, pero a veces en momentos de mucha concentración nos mantenemos en una misma posición durante varias horas. Esto puede generarnos dolores musculares o incomodidad en alguna parte del cuerpo.
Te contamos algunos ejercicios de estiramiento muy sencillos para hacer durante la jornada laboral pero sobre todo muy efectivos para relajarnos y volver a nuestros pendientes con más energía:
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Cuello y espalda alta.
Levanta tus brazos en dirección al techo y lleva tus manos hacia tu nuca. Inclina la cabeza hacia adelante y mantén esa posición durante 5 segundos.
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Manos y muñecas.
Estira totalmente tu brazo izquierdo hacia el frente de tu cuerpo e inclina la muñeca y dedos en dirección al suelo suavemente. Luego haz el movimiento contrario: lleva la muñeca y dedos en dirección arriba, hacia el techo. Mantén cada posición entre 5 y 10 segundos y repítelas con el brazo y mano derecha.
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Espalda media.
Siéntate de manera cómoda en una silla y mantén la espalda recta. Luego gira todo tu torso, hombros, cuello y cabeza hacia el lado derecho como en dirección al respaldo de la silla. Sostén esa postura por 10 segundos y haz lo mismo pero hacia el lado izquierdo.
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Brazos y hombros.
Coloca tus brazos por detrás de tu espalda y entrelaza las manos como a la altura de las caderas, ahora estíralos. Intenta hacer lo mismo pero dirigiendo los brazos hacia arriba. Esto elongará tus articulaciones y músculos pero hazlo con cuidado, solo hasta donde no sea incómodo o doloroso el movimiento.
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Cabeza y cuello.
Manteniendo la espalda recta, inclina tu cabeza hacia adelante y hacia atrás. Luego, lleva la cabeza hacia el lado derecho y luego al lado izquierdo. Realiza estos movimientos siempre lentamente y desplazando la cabeza de manera suave.
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Espalda baja y brazos.
Siéntate cerca al borde de una silla, coloca los pies juntos y las plantas de los pies completamente apoyados en el suelo. Inclina todo el torso hacia adelante apoyando tu pecho sobre las rodillas y dejando caer suavemente los brazos.
Estos ejercicios son muy prácticos y sencillos de hacer. Hazlos de manera regular durante el día y verás cómo el estrés va desvaneciéndose poco a poco. Practícalos con cuidado y si después de realizarlos el dolor continúa, no dudes en visitar a tu médico especialista.
Si bien sabemos cómo cuidar diariamente nuestro cuerpo y mente a través de la alimentación y el ejercicio, es esencial una revisión periódica con especialistas. Si llevamos un control regular de nuestra salud conoceremos sus índices normales pudiendo reconocer cuando ocurre una alteración de los mismos.
Te comentamos algunos puntos importantes a tener en cuenta sobre este tema:
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¿A quiénes?
Los chequeos preventivos están destinados a todos, inclusive a personas sanas. Brindar un poco de nuestro tiempo a esta actividad, puede ahorrarnos pasar malos ratos. Seremos precavidos y podremos evitar inconvenientes más adelante -
¿Qué debe incluir?
Generalmente incluye exámenes de sangre (hemograma), control de ácido úrico, perfil lipídico, análisis de orina, radiografía de tórax y electrocardiograma. De igual modo verificar la presión arterial, toma de medidas de peso y talla, control odontológico, oftalmológico así como realizar una encuesta de salud en la que se puedan obtener datos que permiten conocer antecedentes familiares y estilos de vida del paciente (consumo de tabaco, alcohol o frecuencia de actividad física). Y como ya hemos mencionado, los especialistas indicarán algunos exámenes específicos de acuerdo al sexo y edad. -
¿Es necesario alguna preparación para hacerlo?
Sí, algunos exámenes tienen requisitos para evitar alteraciones en sus resultados y sean efectuados de manera correcta. Los requisitos varían de examen en examen por lo que debes comunicarte con los especialistas de la clínica u hospital donde los realizarás y consultarlos directamente con ellos.
Mediante los chequeos preventivos no solo confirmaremos que estamos en perfecto estado de salud sino que podremos conocer si contamos con factores de riesgo, hereditarios o no, que puedan desarrollar más adelante alguna enfermedad. Al detectarlos a tiempo, podremos recibir un tratamiento oportuno que nos brinde pronósticos positivos a largo plazo.
Recuerda comunicarte con tu médico para programar tu próximo chequeo preventivo y seguir disfrutando gracias a tu vitalidad.
Es muy divertido tener una mascota, son una gran compañía además de seres que pueden enseñar a nuestros niños a crecer, ya que al estar a cargo de ellos, comprenderán que cumplen una importante y esencial labor: la de ser responsables de un ser vivo que al igual que ellos merecen y requieren mucho amor y cuidados.
Algunos de los beneficios para los niños son:
Desarrollo físico: Tener una mascota favorece las habilidades motoras de nuestros niños. Sacar a la mascota a pasear o jugar con él a la pelota los mantendrá en movimiento y así alejados de una vida sedentaria. Otra forma de desarrollar dichas habilidades es permitirles que sirvan el alimento o agua a la mascota. Dependiendo de la edad esto puede hacerse bajo la supervisión de un adulto.
Desarrollo social: Los niños sienten curiosidad por otro niño si éste se encuentra con una mascota. Entonces, las mascotas se convierten en una oportunidad para los niños de socializar con sus semejantes. Por otro lado, como los animalitos nos aceptan tal y como somos, un niño inseguro o introvertido puede incrementar su autoconfianza e interacción con otros niños.
Desarrollo emocional: Si los niños asumen funciones como encargados de la mascota, se reforzará su sentido de la responsabilidad y también su autoestima, ya que verán que su mascota se encuentra en un estado saludable y feliz gracias a ellos. Si bien, los padres son quienes deben enseñar a los niños lo que significa ser un individuo responsable, las mascotas son el vehículo para lograrlo.
Desarrollo cognitivo: Conforme vayan creciendo, los niños sentirán mayor interés por el animalito que forma parte de su familia generando inquietud por saber más sobre él. El niño empezará a investigar, a leer y aprender más sobre su compañero, sus características y necesidades. Lleva a tus niños a las consultas con el veterinario, así tendrán la posibilidad de saciar su curiosidad y hacer las preguntas que les ayuden a conocer más a su mascota.
Tengamos en cuenta que las responsabilidades relacionadas a las mascotas que asignemos a los niños vayan de acuerdo a su edad, siendo esto necesario no solo para la seguridad de las mascotas sino también del niño.
Como ves, convivir con un animalito no solo es un tiempo gratificante sino también una experiencia enriquecedora para impulsar el crecimiento de ciudadanos sensibles y comprometidos.
Mantener nuestro cuerpo en movimiento es un modo de prevenir la llegada de enfermedades, además nos llena de energía y beneficia nuestro estado de ánimo trayendo a nuestro día a día una actitud y mente positiva. Todo esto lo sabes muy bien y ¿por qué no incorporar a nuestro amiguito de cuatro patas a esta actividad? Estará encantado de compartir este momento contigo.
Conoce algunas ventajas y consejos al respecto:
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Listos a toda hora.
Por lo general los perros son las mascotas por excelencia para hacer ejercicio junto con sus dueños. Ellos siempre estarán dispuestos a acompañarnos, a hacer deporte sea cual sea la hora de nuestra rutina. -
Ejercicio para ambos.
Todos los perros, independientemente de la raza y de igual modo que nosotros, requieren hacer ejercicio diariamente. Tengamos en cuenta su tamaño o niveles de energía para definir la intensidad de una caminata o una carrera al aire libre. Por ejemplo, un perro pequeño probablemente requiera solo de caminatas cortas. -
Menos estrés.
Al igual que nosotros, ellos también atraviesan situaciones que les producen estrés como por ejemplo mudarse a una nueva casa, la llegada de un nuevo miembro a la familia o tal vez un viaje largo y pesado. Entre las maneras en que se manifiesta en ellos, encontramos males estomacales como diarrea o problemas para conciliar el sueño y descansar. Realizar actividades físicas los ayudará a sentirse más relajados y calmados favoreciendo su estado de ánimo y salud. -
Una excusa perfecta para ejercitarse.
Para nuestros fieles amigos hacer ejercicio es algo sumamente importante para su salud, es la mejor opción para desfogar energía y una oportunidad para desarrollar sus habilidades sociales. A veces podemos posponerlo para nosotros pero para ellos la actividad física es una prioridad. Nuestras mascotas pueden ser la motivación que nos hacía falta para salir al aire libre, hacer deporte o dar caminatas revitalizantes. -
Seguridad para nuestro amigo.
Si salen a caminar o correr llévalo con una correa o arnés, así lo mantendrás cerca tuyo cuidándolo de accidentes y logrando su concentración en la actividad. Asimismo, lleva una botella con agua y un recipiente para depositarla en caso la caminata sea muy larga o si es un ejercicio con exigencia física. Ellos necesitan hidratarse y también tener espacios de descanso para recargar energías. Recuerda llevar también bolsitas para recoger sus excretas.
Adquirir nuevos hábitos con nuestra mascota hará que nuestra amistad se refuerce. Añadir uno saludable, es un gran estímulo para ambos. De igual modo, debemos ser observadores constantes de su comportamiento para no sobre exigirlos y estar atentos a actitudes que puedan comunicar alguna situación que requiera la consulta a un profesional.
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